La neurodiversidad es un concepto que reconoce y valora la variabilidad natural en el funcionamiento cerebral y las diferencias individuales en el procesamiento de la información.
Se refiere a la idea de que las personas tienen diferentes formas de pensar, aprender, percibir y experimentar el mundo, y que esta diversidad neurocognitiva es una parte natural y saludable de la condición humana.
La neurodiversidad reconoce que las diferencias en el cerebro pueden manifestarse en una amplia gama de condiciones, incluidas pero no limitadas a, el trastorno del espectro autista (TEA), el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), la dislexia, entre otros. En lugar de ver estas diferencias como desviaciones o deficiencias, la neurodiversidad las considera simplemente como variaciones dentro de la diversidad humana.
El concepto de neurodiversidad aboga por el respeto, la aceptación y la inclusión de todas las personas, independientemente de sus diferencias neurocognitivas. Reconoce que cada persona tiene habilidades, talentos y perspectivas únicas que pueden contribuir positivamente a la sociedad. También promueve entornos y prácticas que permitan a las personas neurodiversas alcanzar su máximo potencial y participar plenamente en la vida social, académica y laboral.
En resumen, la neurodiversidad es una perspectiva que celebra la diversidad natural en el funcionamiento cerebral y promueve la aceptación y la inclusión de todas las personas, independientemente de sus diferencias neurocognitivas. Es un enfoque que busca fomentar la igualdad de oportunidades y el respeto mutuo en todas las áreas de la sociedad.